Siempre quise ser madre, soñé siempre con la idea de ser mamá y tener varios hijos, después que me casé al pasar un poco tiempo quedé embarazada, pero al ir a la ginecóloga me señaló que no se había formado el bebe, siendo un embrión que no se formó, esto me provocó mucha pena y en ese instante decidimos hacer un legrado, esa fue la primera vez que me embaracé.
Luego pasaron un par de meses y estaba embarazada de mi Máximo, fue un embarazo con mucho temor, al escuchar su corazón por primera vez, sentí un poco de alivio, pero cada vez que iba a control, tenía mucho temor que hubiese alguna dificultad, además se me diagnóstico posible preclamsia por lo que estuve con medicamento todo el tiempo. Afortunadamente nació mi Máximo un 18 de diciembre sin ningún problema, pasaron un par de años y hubo un periodo donde me sentí muy mal y fui al ginecólogo, pidiendo exámenes donde me señala que estoy embarazada, pero que no era viable, pues era un embarazo ectópico, por lo que debí hospitalizarme en el periodo de año nuevo, lejos de mi primer hijo. La pena me envolvió nuevamente ya que no podía creer que por segunda vez un embarazo no llegara a desarrollarse, por cierto este embarazo no fue planificado, y yo me encontraba tomando pastillas anticonceptivas.
Después el año 2019 estaba embarazada de mi Dante Emilio, otra vez el mismo temor, pero a medida que pasaron los meses todo estaba bien, en este embarazo tuve diabetes gestacional.
Después de este embarazo y en vista que una de mis amigas le dio cáncer mamario, yo estaba reacia a seguir tomando pastillas por la carga de hormonas, y empezamos a usar preservativo, estuvimos así un tiempo sin ningún problema, pero al pasar un tiempo descubrí que nuevamente estaba embarazada, absolutamente sorprendida, era algo inesperado que me provocaba felicidad pero también desconcierto.
Nos aseguramos con el examen de sangre y después fui a la ginecóloga quien me confirmó que estaba embarazada y que tenía alrededor de 8 semanas. Desde ahí pensé que todo iría bien, pues ya habíamos escuchado su corazón, fui a los controles del cesfam, y cuando me fui a hacer la eco a las 12 o 13 semanas aprox. me informaron que mi bebe ya no tenía latidos, recuerdo que rompí a llorar en forma inmediata y no podía parar de llorar y así fue todo el camino de Concepción a Chillán, jamás pensé que esto me podría pasar. Al otro día fuimos al doctor y me señaló que el me aconsejaba esperar y que pudiera salir solito sin intervención médica, así lo decidimos, pero pasó como una semana, creo que en mi interior no quería soltarlo, pero una tarde le dije a mi bebita que ya era hora que se fuera con Diosito y comencé a sentirme medio afiebrada, pero no tenía fiebre mi doctor me dijo que fuera a urgencias y ahí la doctora muy amable, me señaló que lo mejor era que me quedara, me hospitalizará para que el bebe pudiera salir porque mi bebe ya tenía huesitos y era peligroso para mi, con el dolor de mi alma me quede, dejando a mis dos nenes en casa.
Me hospitalizaron, me dieron dos pastillas y una inyección, ya no recuerdo bien, la tens me dijo que sentiría dolor y quizás ganas de ir al baño, así fue las contracciones eran cada dos minutos y ya no pude aguantar mis ganas de ir al baño, me dio como una diarrea fulminante y recuerdo en ese momento, lo único que yo pensaba que mi bebe porfavor no caiga en la taza del baño y Diosito me escuchó cuando me mire y me limpie pude ver a mi bebe, era como un bebe normal, pero en miniatura con sus manitos, piecitos, su cabecita, pero que ya no estaba con nosotros, lo deje en un pedazo de confort en el suelo. Recuerdo que empecé a gritar desde el baño, entre gritos y llanto para llamar a la enfermera y pudiera ver a mi bebe, me dijo que lo había botado completo y me llevaron a mi cama, después de llorar en el baño.
La enfermera fue a hablar conmigo a la habitación, llamè a mi esposo para que viniera para poder contarle lo que había pasado y dar como una despedida a lo que había pasado, llegó y estuvimos en una sala de partos ( quirófano) porque estábamos aun con el asunto del Covid, estuvimos ahí como 2 horas, pero la verdad no recuerdo muy bien lo que conversamos, mi psicóloga me señala después que he bloqueado ese episodio de mi vida. Después me tuve que quedar unos días hospitalizada, porque aun habían restos de algo que no recuerdo, que debía caminar mucho, pero no pasaba nada. Recuerdo que le dije a mi nena que me ayudara, que debía ir a ver a sus hermanos y me dieron muchas ganas de ir al baño, la doctora me reviso y después me dio el alta. En ese momento empezó un duelo que jamás empecé, que me ha llevado a tener episodios de tristeza, días buenos y días malos, ya que lo acontecido jamás se lo conté a mi familia, ni menos a mis hijos, ya que yo siempre esperaba pasar los 3 meses para poder dar la noticia. Esta perdida fue la más dolorosa, que aun me duele en mi corazón, mi nena yo sé que está en el cielo esperando que algún día nos podamos abrazar y besar para siempre.
Como lo dije al principio, siempre quise ser mamá, he pasado por muchos momentos difíciles en mi vida con respecto al periodo de gestación, la vida cambia absolutamente, ya no tienes tiempo, te dejas de lado, pasas todo el día haciendo cosas para ti, para la casa, para los hijos, para la familia esto es cuando estas con licencia y cuando vuelves a trabajar también, es mucha carga, ya que esta responsabilidad siempre se la lleva más la mujer que el hombre, pero aun así ser mamá es la experiencia más hermosa de la vida, yo disfrute mis embarazos, a pesar de las dietas, las restricciones, los remedios, yo amé cada patadita en mi panza, cuando nacieron mis bebes fueron los días más maravillosos, amaba besarlos, abrazarlos, cantarles, jugar con ellos, etc. Ahora tiene 5 y 10 años y aun tienen la necesidad de estar conmigo, de que los haga dormir, de que nos abracemos y besemos constantemente. Amo a mis hijos profundamente, si tuviera que vivir todo de nuevo por mis hijos lo haría, porque creo que todas las experiencias vividas, me hicieron ser la madre que soy hoy, claro que nos equivocamos, nos cansamos, necesitamos respirar y volver hacer aquella mujer de años atrás, pero uno se va acostumbrando y adaptando a esta nueva vida con nenes. La herida que tengo es que jamás pude tener a mi nena, me quise embarazar de nuevo, pero me diagnosticaron hipertensión leve y esto con mi edad que tenía 39, me aconsejaron los médicos que no me embarazara de nuevo que era muy peligroso.
Animo a las mujeres a ser madres, las que lo quieran, porque es un proceso maravilloso y la conexión que se mantiene con los hijos es inigualable para toda la vida.
Besos a mi nena que está en el cielo.